lunes, 26 de agosto de 2024

EL ZAGUÁN

Si bien esto de encadenar eventos es sólo un recurso imaginativo, creo que en la vida hay cosas que llevan a otras. El humorista gráfico argentino conocido como Quino es el autor del legendario personaje infantil Mafalda. Aquí lo tenemos desde su conocida mordacidad en un tema que desde siempre es tabú.

-Vea Padre, yo tengo algunas dudas respecto del pecado y del sexo.

¿Esto tengo que hablarlo con usted o con mi ginecólogo?

Pecado y sexo son temas que cada vez se distancian más. Pero en los años 70s había que desestimar uno para tener el otro, fueron tiempos en los que en Argentina empezamos el combate contra ese tabú.

El siguiente relato corto muestra un acto en contra de esos prejuicios y está basado en hechos reales más allá de que lo adorné con elementos que pertenecen a lo misterioso.

EL ZAGUÁN (microrrelato)

Al final de mi niñez pasó por la vereda de mi casa un viejo harapiento, al verme se detuvo, acercó su cara a mi oído y murmuró:

-Parecés buen pibe, deberías saber que los brujos de este barrio han hechizado un zaguán, aunque nadie sabe cuál es quién lo atraviese cambiará su vida para siempre. Cuidáte.

Un loco, pensé. Pasaron los años, me hice comerciante y me enamoré de una vecina nueva en el barrio. Un atardecer decidió llevarme a su casa y allí conocí, entre licores y café, a su madre. Llegada la medianoche decidí irme. Justo antes de la puerta de salida -en la penumbra del zaguán- ella me dio placer. Al salir, algo diferente habitaba mi mente: la calle era la misma, pero yo no, algo en mí había cambiado para siempre. Abandoné mi profesión y me dediqué al arte. El amor y sus embrujos transforman la vida.


Cosas que ocurren en el barrio, todo un tema. Creo que mientras más humilde es un barrio más afecto se le tiene desde el recuerdo de la niñez. Y eso lo reflejan muy bien los tangos, que son una historia contada en pocos versos, generalmente con metáforas bellísimas pero que reflejan una realidad, cito a dos: "...este barrio que es reliquia del pasado...", y "...la clavelina perfumada de un querer...".

Esta vez no publico un video de profesionales de la música, sino de gente simple, que ama su cultura y la disfruta en cosas muy nuestras: la reunión con amigos, la compañía de la bebida, el baile... y el Tango. Les presento a mi Buenos Aires, la ciudad real, la cotidiana.

"Barrio pobre" por Dos Minitas
Y la vida con sus eventos continúa hacia algún lugar...

viernes, 9 de agosto de 2024

LA SOMBRA DEL MANDATO

De la pobreza surgen los mayores reclamos sociales. Y esos reclamos se hacen visibles en las manifestaciones populares.

Antonio Berni fue un artista reconocido por su trabajo de protesta social. Sus obras han tenido un gran impacto en la cultura argentina, y su mensaje de resistencia y de lucha por la justicia y los derechos humanos ha inspirado a muchas generaciones de argentinos. En su obra “Manifestación” Berni buscó llevar luz sobre los problemas sociales de Argentina, como el hambre, la explotación laboral, la desigualdad y el autoritarismo.

 

Antonio Berni

"Manifestación"

 

Pero hay muchas formas de autoritarismo, la familia puede contener algunas de ellas, lo he comprobado en una relación que tuve. De eso trata el siguiente relato.

LA SOMBRA DEL MANDATO

1

-¿Te molestaría charlar con alguien de mi edad?-, me preguntó acercándose.

-¿Conmigo? Acá hay mucha gente joven-, respondí sintiendo el peso de mis cinco décadas sobre los hombros.

-Los de mi edad están muy tontos.

Ocurrió durante una fiesta, una prima suya se casaba con el hijo de un colega mío. Un trago, charla agradable, intercambio de celulares. El fin del encuentro llegó cuando percibí una sombra en su mirada.

-Debo volver a la mesa de mis padres-, me dijo.

Su acercamiento había sido natural, casi infantil. Tenía veintiocho años, una sonrisa franca y un cuerpo perfecto, de esos que cualquier ropa le queda bien.

Nos relacionamos. Durante el tiempo que duró lo nuestro hubo desencuentros, malos humores suyos, inestabilidades. Llegué a sospechar que había otro hombre o que ya no tenía interés en mí, nada que ver, la realidad me fue llevando al núcleo del problema: sus padres.

2

En nuestra primera cita desplegué un papel manuscrito sobre la mesa del bar:

Me despierto a la hora de tu imagen, clareado en el recuerdo de tu rostro abierto como el mar.

Le sonrío a las formas que me envuelven desde aquella noche y veo un gorrión al tiempo que percibo una brisa que roza mi mejilla, como mensaje que llega por el sudeste de la piel.

Pero este amanecer transcurre intenso, pleno y luminoso como tal vez sea tu vientre, que no conozco pero intuyo. Tu tiempo es el mío, fusionados... ¿sentiste al nacer que había un hombre esperándote? Porque me buscaste sabiendo lo que querías y lo que no.

Si sólo fue casualidad, yo me hago cargo de lo que siento, vos viví tu vida en libertad.

Este papel contiene un beso como luna que se mete en el patio de tus cosas.

-Bellísimo, pero atrevido y algo apresurado- me dijo con aquella sonrisa que me cautivó desde un principio.

3

En la sucesión de días pude comprobar que no me buscaba como a una figura paterna, su transparencia como mujer y esa manera de asegurarme que estaba muy cómoda conmigo a pesar de mi madurez me lo demostraban. De todas maneras ya no me importaba, su cuerpo dibujado no le dejaba alternativa a mis ganas.

Ella era un fruto de cáscara dura con interior blando, por fuera una profesora formal, por dentro una mujer que se dejaba arrastrar lentamente hacia juegos cada vez más íntimos. Y así sobrevino una corta época de momentos dulces y eróticos a pesar de que de vez en cuando surgía esa sombra en su mirada.

El punto más alto de su entrega surgió una noche en la que le hice escuchar una música sensual. A poco de sonar se levantó, quebró la cintura, me miró fijo y, deslizando con elegancia sus manos por esas líneas carnales que la naturaleza había convertido en arte, me dijo en gesto de danza:

-¡Esto me va!

Tu risa es una mariposa

que danza sobre tu vientre.

Y tu vagina en flor

el presagio de mi suerte.

4

Su vida transcurría en un entorno opresivo, seguía apareciendo en sus ojos esa sombra, que no era otra que la del mandato paterno: ella no tenía permiso para gozar. Y en una noche irracional fui testigo de su desolación; y todo lo vivido se esfumó.

Triunfó sobre su espíritu el paquete de mensajes que sus padres habían instalado en su mente, no tenía derecho a la felicidad fuera del nido. Tuve la ingenua seguridad que lo construido alcanzaba para liberarla de toda esa basura acumulada, pero no alcanzó.

¡Pensar que fui testigo de lo bella que era desde su sensibilidad femenina cuando daba rienda suelta al erotismo! Creí que en su relación conmigo había conseguido cierta liberación, me equivoqué, hay fuerzas más poderosas que el amor.

Unos años después la casualidad quiso que me encuentre en la calle con su prima, la del casamiento. Me contó que seguía sola y más abatida que nunca. Le mandé un mensaje, su respuesta breve y melancólica finalizó así:

-Cuidáte, rezo por vos.

Cada tanto derramo alguna lágrima invisible por lo que no pude modificar. No hay historias infinitas, sólo recortes de vida.

Aquella frase que me dejó al final de nuestra relación, rezo por vos, no puede menos que evocar esa canción en la que el autor relata la búsqueda nocturna de paz que consigue hacia el amanecer. La metáfora “quemar las cortinas” simboliza la idea de terminar con las barreras que impiden ver con claridad, aquello que a ella no pude transmitirle.

"Rezo por vos", Charly García

Letra: Luis Spinetta

Música: L.Spinetta y Ch.García



Y en el rezo me quedo hoy, ya veré hacia donde sigue el hilo conductor de mi imaginación...
GRACIAS POR LEER