domingo, 13 de octubre de 2024

CON LOS SUEÑOS PUESTOS

 -¡Decime que soy tu Catalina, decímelo! Con gesto típico en el momento intenso del amor me gemía al oído al tiempo que sus manos estaban a punto de romper las sábanas. Su pedido era el eco de una canción muy famosa en Argentina: Catalina sabía la rutina de la sábana rota por amor…

Eufórica y demostrativa su sonrisa le corría por la cara como el sol sobre la arena. No sabía de días ni relojes, ella habitaba otros espacios y transitaba la vida por una sola vereda: la del entusiasmo, su espontaneidad abrumaba. No se planteaba la razón por la cual estaba en su lugar, simplemente estaba; al escucharla y al verla gesticular quedaba claro su naturaleza espiritual no contaminada, sabía arder y no se quedaba quieta ante el fuego.

Habíamos desarrollado una bella amistad ni bien nos conocimos más allá de la diferencia de edad: ella dieciocho, yo veintinueve; amistad que transcurrió durante un año y medio. Hasta que una tarde de sol, recostados sobre el pasto de una barranca de la ciudad, se inclinó y con clara intención de besarme me dijo:

-No puedo más, tengo que decirlo, estoy enamorada de vos-. Temblaba, era una hoja más en la brisa del ocaso; sus palabras flotaron con un eco de dulzura y valentía.

-Te quiero mucho, pero sólo como amiga-, respondí con suavidad, como si cada sílaba me costara el doble. Mi sinceridad fluía entre dos mundos, el de la amistad y el del amor no correspondido.

Había algo en ella que no me seducía del todo. Pero fue tan compañera, tan de estar en todo lo mío que meses después me rendí, algo me sedujo de su actitud. Así iniciamos una relación con mucho de aventura, especialmente durante el viaje a un bello lugar junto a un lago.

Si bien no he conocido a la mujer justa para mí, los dioses me otorgaron un compensatorio privilegio: el de provocarle a algunas de mis novias su primer orgasmo. Ella nunca había tenido uno, tal vez vio en mí al hombre que le ayudaría. Tardó en llegar, ocurrió luego de varios encuentros, y una vez conseguido fue notable su capacidad orgásmica.

El recuerdo imborrable que conservo de aquella relación es el de la noche en que dormimos a la orilla del lago. Al amanecer nos zambullimos en él...


Me arropan las brumas.

Me habitan peces, me beben aves.

Innumerables mujeres se bañan en mí soñándose sirenas y los niños construyen, al mirarme, fantasías navegantes en aventuras sin final.

Anoche hice el amor con la luna y este amanecer di a luz dos cuerpos.

El de ella, jovial y entusiasta, con risa copiada del sol sin nubes. Piel amanecida de tersura; voz que va de asalto por las ventanas del mundo a robar oboes y violines; manos furtivas como vuelo de hadas. A ese cuerpo le otorgué la virtud del cardumen: ágil y vivaz en ronda de fiesta y de anhelo, con futuro en los ojos y el universo atrapado entre las piernas.

El de él, cuerpo a media jornada entre lo anhelado y lo aprendido, en cada ojo suyo cabe un camino. Piel que sabe a nostalgia y a periplos; pecho de roble en tormenta ajena. A su andar le di la fuerza del agua: tenaz al mirar diques por romper; con metáforas en el aliento y un caballo alado bordado en la sien.

Se amaron sobre mi orilla, ella bahía, él península. Y al arriar gemidos rumbo al viento, dejaron atrás las cosas del morir para temblar con los sueños puestos.

Sí, creo que ella fue valiente, con tenacidad consiguió lo que deseaba. Y hablando de valentía debo reconocer a la cantautora argentina Lali Espósito que ante las agresiones sufridas por nuestro presidente decidió crear un tema musical lleno de símbolos. Son demasiados, mencionaré algunos: El hombre bien vestido y enojado representa al presidente, el hombre con el bombo es lo popular que luego se lo lleva al olvido, la taza tiene el dibujo de un payaso con camisa de fuerza… y muchos más. Al final ella se va con la bandera argentina y el bombo a una manifestación popular contra las medidas del gobierno. Publico dos videos, el segundo con la incisiva letra.

"Fanático", Lali Espósito



GRACIAS POR LEER